jueves, 16 de julio de 2009

El Derecho a la Información, los Archivos Públicos y Democracia


Me gustaría iniciar el comentario reflexivo con una de las palabras claves del texto de Patricia Galeana, “Una ciudadanía informada puede defender sus derechos. En una democracia plena, los ciudadanos pueden controlar y vigilar al poder…”
Porque la información es poder y “se supone” vivimos bajo un modelo democrático en donde el poder recae en el pueblo, quien decide y gobierna, entonces se debería también contar con un sistema de acceso a la información sin tantas trabas y sin tanta burocracia, ya que actualmente en nuestro país, y a pesar de que en 1977 se incorporó al artículo 6 constitucional “El derecho a la información será garantizado por el Estado” aún no hay una forma eficiente de que la ciudadanía pueda vigilar por medio de la información a sus gobernantes, no existe incluso la confianza en los solicitantes de que la información se otorgue solo por tener el derecho a saber, es decir no hay garantías suficientes para que un solicitante obtenga el 100% de su requerimiento en tiempo y forma.
Parte del problema tiene su origen en el hecho de que la transparencia se volvió prácticamente un requisito para estar bien con organismos internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; se buscó cumplir con el requisito promovido por órganos internacionales, no con las necesidades de los gobernados a estar bien informados porque aunque se haya dado un paso adelante, nuestros archivos, tesoros cuyo valor es la memoria de nuestra nación, siguen corriendo riesgos tan simples pero tan devastadores como el simple hecho de que no están en un sitio adecuado ya que el texto de la doctora Galeana es muy claro en señalar los lugares como ex penitenciarias con problemas de inundaciones y en edificios viejos que no cuentan con las normas internacionales mínimas: “40% de humedad relativa; 15°C de temperatura y cero contaminación de ácidos nítrico y sulfúrico, para la preservación de la documentación”.
A lo anterior, tal parece que las autoridades correspondientes se han empeñado en hacer las cosas mal para el bien de ellos ya que los documentos del AGN están tan expuestos a la contaminación del D. F., una de las peores en el mundo que por lo menos una vez al mes rebasa los 150 puntos imecas, así mismo, la humedad en Lecumberri es superior por la cercanía al gran canal y por las inundaciones que se presentan año con año entre otros factores de negligencia.
El objetivo de la autora es concientizar a la sociedad y su gobierno para crear una Ley Nacional de Archivos, con la cual, se podrá ejercer mejor y más transparente el ejercicio político en México así como facilitar el acceso a la información pública a la ciudadanía para que ésta no solo ejercite su derecho a saber sino, para que esté mejor informada y pueda, en verdad, tomar mejores decisiones.
Las palabras clave sin lugar a dudas son: la confianza, instituciones, derecho a la información, verdad, democracia, transparencia, ciudadanía informada, archivos públicos
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En riesgo mercados populares


Debido a la entrada de empresas trasnacionales en México los mercados tradicionales peligran por la desventaja en la que se encuentran ante las grandes cadenas de auto servicio.
Estas empresas en su mayoría extranjeras han logrado por medio de su agresiva publicidad cambiar la forma de vida de las personas por lo menos en cuanto a consumo se refiere. Utilizando métodos como los de Edward Bernays para manipular a la gente y convencerla de que el origen de una buena familia es el “súper” las trasnacionales sin importarles la historia, la cultura y las tradiciones de nuestro país arrasan vorazmente el consumo de los mexicanos dejando el 20% del abasto popular a los primeros centros de comercio que crecieron con la misma ciudad de México como el del tan representativo mercado de Tacuba.
En el gran valle de México, los mercados siempre han jugado un papel quizá tan importante como las propias instituciones de hecho, Octavio Paz en la página 51 de su libro El laberinto de la soledad y en el capitulo “Todos santos día de muertos” el mercado es uno de los principales lugares para el mexicano, ahí, uno puede surtirse de lo más indispensable incluso, para la organización de cualquier evento digno de celebrar:
“En pocos lugares del mundo se puede vivir un espectáculo parecido al de las grandes ceremonias, fuegos de artificio trajes insólitos y la inagotable cascadas de sorpresas de los frutos, dulces y objetos que se venden esos días en plazas y mercados”.
Desde su existencia los mercados han ligado al citadino y al que habita en provincia, han sido testigos de los rostros sucios de campesinos que dejan su tierra para huir a las grandes ciudades en busca de una mejor oportunidad aprovechando el viaje de los camiones de redilas que llevan el fruto a la capital; han visto el ir y venir de los marchantes, los vendedores de las cremas mágicas que curan todo, han percibido el olor de las flores, de la cebolla, del cilantro, de las naranjas; han escuchado el regateo de las señoras que cuentan su vida al comerciante para que les baje el precio del producto, han visto grandes fiestas en las que dejan todo por festejar al santo del mercado como si de una iglesia se tratara, han resistido temblores que acabaron con algunos de los mejores y más exclusivos edificios de la capital, han escuchado los albures con los que se saludan los locatarios desde muy temprano, han visto las prisas de los diableros que avisan con el golpe…
Pero en fin, estamos siendo testigos de que los mercados ahora están desapareciendo y con ellos los empleos de miles de personas, porque las grandes tiendas de autoservicio aunque generan empleos, estos no son bien remunerados e incluso son el pretexto para no pagar impuestos o pagar muy pocos tal y como lo han demostrado en documentos, líderes de la Federación Nacional de Comerciantes Similares y Conexos de la República Mexicana.
La situación laboral de los trabajadores de tiendas trasnacionales se puede ilustrar con Wal-mart que sin hacer mención de los fallos que han tenido en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por querer pagar a sus empleados parte de su sueldo con vales de despensa canjeables solo en Wal-mart y así volviendo al porfiriato con las tiendas de raya podemos citar también lo encontrado en una página de internet
www.apiavirtual.com que publicó el 27 de mayo del 2005 lo siguiente:

“Wal-mart: La trasnacional de la pobreza

Wal-mart ha llegado a Chiapas bajo el nombre de las empresas que ha comprado, como, Sam´club, Bodegas Gigante y Bodegas Aurrera, y con ello los ecos del sub desarrollo, la explotación y la pobreza que genera. Pero también la trasnacional es dueña de las tiendas Superama y Suburbia y de los restaurantes Vips, El Portón y Ragazzi. En México controla ya al menos el 54% del mercado total. Sin embargo, para el gobierno estatal como para la mayoría de la opinión pública esto es símbolo de desarrollo es una entidad que se debate entre la migración y la pobreza que la impulsa. Con Wal-mart en Chiapas la pobreza se acrecienta y ahora que pretende instalarse en la ciudad de Comitan las consecuencias serán graves para el campo y el comercio local. Basta repasar el papel que la trasnacional más grande del mundo ha jugado en la economía global para darse una idea del impacto que genera en los pueblo y comunidades, y especialmente en una región indígena migrante y llena de pequeñas empresas locales de comercio fronterizo.”
Y a esto hay que sumarle la violación sobre el uso de suelo de diferentes entidades como en Tepeapulco, Hidalgo, en Tecamachalco, Puebla, en donde se construyeron tiendas de Wal-mart en lugares agrícolas o en Mérida, Yucatán y Vistahermosa en Cuernavaca Morelos en donde el suelo es residencial. Y qué decir de Acapulco, Guerrero y en Ixtapaluca, Estado de México en donde se violaron las leyes ecológicas por la tala excesiva de árboles centenarios además de intentar destruir y deteriorar los centros históricos de Teotihuacán, Ameca meca y el estado de Puebla.
Y es que de acuerdo a Margarita Martínez Fisher presidenta de la comisión de abasto y distribución de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal las grandes cadenas de auto servicio comenzaron a ganarles terreno a los mercados populares desde 1990 a pesar de que en estos lugares, conocidos ya por todos, se pueden encontrar mejores precios.

¿Pero cuál es el problema? ¿Qué orilló a los consumidores a dejar de visitar esos lugares?

En una nota de el periódico Excelsior firmada por Ana Paola Lara y publicada el 28 de septiembre del 2008 se afirma que debido al cambio en las costumbres de vida en la población los centros de abasto preferidos por el jefe de familia son las tiendas de auto servicio porque requiere comida empaquetada, congelada y en muchas ocasiones semi preparada para ahorrar tiempo por lo que prácticamente realiza sus compras para los próximos 15 días. Además de hacer uso de las tarjetas de crédito, que muy pocos locatarios aceptan.
Así mismo el ambulantaje juega uno de los papales muy importantes en la crisis de los mercados tradicionales ya que por ejemplo en la merced se encuentran cerca de 4,500 puestos informales que ofrecen los mismos productos que en el interior de los 9 mercados populares del perímetro por lo que al menos en 3 ocasiones ya hubo manifestaciones por parte de los locatarios para exigir a las autoridades capitalinas retirar al comercio ambulante y en una ocasión ya hubo hasta golpes entre comerciantes fijos y móviles por lo que este problema puede traer consigo no solo más crisis económica sino también social y de ingobernabilidad.
Otro ejemplo es el mercado Abelardo Rodríguez que en una nota firmada por Susana González en el periódico La Jornada el 25 de septiembre del 2008 dice lo siguiente:
“Entre deterioro y olvido llega el Abelardo a sus 70
Sitiados por decenas de ambulantes desplazados, locatarios cambiaron sus giros de venta para sobrevivir. Por lo que entra en grave riesgo su valor artístico e histórico el mercado.

Incrustado en la tradicional zona comercial del centro, en el antiguo barrio de El Carmen, el mercado Abelardo Rodríguez celebra su 70 aniversario, en medio del deterioro de sus murales que lo adornan y las transformaciones comerciales a las que han tenido que someterse sus locatarios para sobrevivir.
De ser un tradicional mercado de comestibles, donde las frutas y legumbres abarrotaban la mayoría de sus 346 puestos, mientras había una restringida sección de cocinas y antojitos, y afuera se permitía la venta de artesanías en fin de año y verbenas religiosas, ahora se ha extendido la venta de comida preparada, petacas, chucherías diversas y artículos chinos iguales a las que ofrece el comercio ambulante.
Los viejos locatarios atribuyen esta transformación a la apertura de la frontera para la importación de productos antes restringidos, autorizada a nivel federal desde la década de los 80, pero también a la liberación de los giros comerciales permitida por la delegación Cuauhtémoc.
‘ya no hay talabarteros, esos que hacían huaraches y cincelaban la piel. Las boneterías cerraron, ya no vemos la talavera de Puebla ni artesanías de Tlaquepaque, Michoacán que vendían en cada romería, ahora puro paquetero y cosas de plástico ¡peor con las cosas de los chinos y coreanos!’, comenta Vicente Limón Méndez de 80 años de edad y descendiente de una de las primeras familias fundadoras del mercado.

Su origen

Ubicado en Venezuela 72, el Abelardo, como la gente del rumbo llegó a conocerlo, fue el primer mercado construido el siglo pasado por los gobiernos de la revolución para regularizar el pequeño comercio, ese que siempre se instaló en las calles del centro con barracas metálicas y de madera o en tablones colocados sobre el suelo.
Sin embargo, cuando fue inaugurado hicieron falta comerciantes para llenar los locales, por lo que tuvieron que ser traídos de otros lugares, además de que ‘al principio no se vendía, así que un compañero tenía que salir a hacer propaganda’, asegura otro comerciante.
El mercado se construyó sobre el terreno de antiguas vecindades y caballerizas donde antes estaba el Convento de Loreto, así como en la huerta del antiguo Colegio de San Pedro y San Pablo, fundado por los jesuitas, del que se conservaron galerías y arcos. La construcción fue innovadora en su tiempo tanto por la dimensión de más de 12 mil metros cuadrados y la inversión de un millón y medio de pesos, como por el proyecto arquitectónico de Antonio Muñoz, ya que por primera vez se edificaba un mercado de dos pisos con un teatro y un adorno con murales de discípulos de Diego Rivera, como Pablo O’Higgins o Antonio Pujol, según refiere informes monográficos de la delegación.
Alusivos al comercio y al trabajo obrero, los murales colocaron al mercado como el cuarto edificio público más importante de la ciudad por ese tipo de obra -después de Palacio Nacional, Bellas Artes y el edificio de la SEP-, pero lucen maltratados, aun cuando algunos tienen una mica sobre puesta para protegerlos, pero que de tan vieja y sucia no se permite apreciar la obra, mientras que otros que están descubiertos sirven como fondo a una pollería y un puesto de ropa.
Por su valor artístico e histórico, el mercado se incluye todavía en páginas de información turística, aunque poca gente acude a visitarlo, incluso para comprar, pues está prácticamente sitiado por decenas de puestos de vendedores ambulantes que fueron desplazados de las calles remodeladas.
‘Mucha clientela ha dejado de venir por la inseguridad y por que las calles ya son intransitables con tanto puesto’, dice Rafael Flores y Hernández, administrador del mercado al tiempo que los locatarios se quejan de que el rescate del Centro Histórico aun no se nota en esta zona, porque ‘vivimos al día; aquí sigue habiendo pura bodega, nada de vivienda desde el temblor del 85, que hizo que muchos compañeros quebraran o de plano tuvieran que vender otras cosas’.
Pocos son los fundadores que han resistido estos embates, como es el caso de Darío Sánchez de 70 años, y su familia, dedicados a la confección y venta de trajes regionales para niños, propios de los bailables escolares o fiestas religiosas. Otros, los ‘hijos del mercado’, han tenido que cambiar de giro, como Cesar Varona Hernández, quien elabora y vende mochilas y petacas, cuando su padre y su hermano cincelaban calendarios aztecas, nopales o caballeros águilas en piel que luego se utilizaba como cubierta de sillones, mesas, carpetas o portafolios, hasta que la llegada del vinil acabó con el negocio.
El cambio se nota en el festejo planeado para mañana: la inauguración del mercado fue todo un acontecimiento para la época: dos presidentes, el que estaba en funciones, Abelardo Rodríguez y el electo Lázaro Cárdenas, respectivamente, presidieron la ceremonia, mientras que Carlos Chávez, Miguel Lerdo y el etnólogo Miguel O. De Mendizábal fungieron como jurados de concurso de música y trajes regionales.
Setenta años después para festejar a Abelardo habrá dos rifas, un baile por la noche y los artistas invitados son Roberto D´Alessio, voz gemela de Pedro Fernández, y… la doble de Shakira, según se anuncia en los carteles promocionales.
Sin lugar a dudas un verdadero ejemplo de tradición que se pierde a la vista de todos que deja de ser del interés de los consumidores por la manipulación de los medios de comunicación que no muestran interés en algo que no les deja nada económicamente y sobre todo por el compromiso que tienen con las empresas trasnacionales que en nada o en muy poco ayudan a la economía de la clase trabajadora.
Otro ejemplo del ambulantaje es en el mercado de Tepito en donde prácticamente los locatarios han sacado sus productos a las banquetas para ofrecerlos ya que en el interior ya casi no se vende, por lo que el tradicional inmueble es ocupado solo como bodega.
Y así podemos mencionar muchos mercados populares: el de Tacuba o el de Portales entre otros que se resisten a morir a pesar de la desventaja en la que se encuentran.
Políticamente, tampoco los tradicionales centros de abasto popular son favorecidos ya que en publicaciones de diarios capitalinos como en La Jornada apareció lo siguiente: la nota la firma Raúl Llanos y Gabriela Romero el 25 de septiembre del 2008
El grupo parlamentario del Partido Acción Nacional (PAN) en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) denunció el medio día de hoy jueves que Alberto Ebrard, hermano de Marcelo Ebrard Casaubón, jefe del gobierno del Distrito Federal, es alto funcionario del corporativo trasnacional Wal-Mart, y que por lo mismo se ha beneficiado a este grupo con las tarjetas para el canje de despensas que se otorga a los adultos mayores de esta capital.
En voz de la diputada panista Margarita Martínez Fisher, presidenta de la comisión de abasto de la ALDF, la bancada blanquiazul detalló que tan solo este año la derrama que se generará este año para Wal-Mart México por el uso de las tarjetas para adultos mayores ascenderá a 6 mil millones de pesos.
“No sabía porque el gobierno de la ciudad se resiste a beneficiar a los mercados públicos con ese programa de apoyo a adultos mayores, pero hoy lo tuve claro: consultando la página de internet de Wal-Mart México vi que Alberto Ebrard Casaubón es parte del consejo de administración de este grupo empresarial”, aseguró Martínez Fisher.
Ante decenas de representantes de locatarios, quienes son parte de los cientos de vendedores de mercados públicos que se manifiestan desde temprano a las afueras de la ALDF, Fisher dijo que esa es la razón por la que se esta dejando morir a esos centros de abasto popular.
Por ello, la legisladora del PAN dijo que mañana viernes acudirá ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal para denunciar penalmente a Marcelo Ebrard, por el presunto tráfico de influencias.
La legisladora mostró a los locatarios y a los diputados de otras fracciones que en este momento se reúnen para discutir la problemática de los mercados, la copia de dicha página web que servirá de prueba, dijo, para acudir ante las instancias judiciales.



Por:
Daniel Almazán Jiménez.





LOS INDÍGENAS Y SUS DERECHOS
LA CIUDAD DEL CAOS

Este es un día de trabajo para mi


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