Sin lugar a dudas el caso Honduras es un ejemplo de que la guerra sucia de los años 60 no ha terminado, solo se ha transformado y adaptado a las grandes necesidades de los empresarios quienes se empeñan en continuar un modelo politico salvaje, represor y poco o nada incluyente.
El caso Honduras no nos es ajeno puesto que en nuestro país los empresarios cada vez más han estado ganando terreno y no digo que la actividad economica sea mala alcontrario, me refiero a los pocos deseos del sector empresarial para con la gente. es triste darse cuenta que incluso el periodismo es hecho por empresarios y no por los profesionales de la información, es decepcionante saver que en México una compañía televisora tenga incluso su propio partido politico quein valiendose del verde "ecologista", partido expulsado por los verdes de Europa, vayan a servir a intereses particulares y no generales, que triste.
Es necesario un partido de verdadera izquierda en nuestro país, es urgente un modelo de gobierno muy distinto y radical del que existe actualmente, es vital por sanidad social, un cambio revolucionario, una forma distinta de hacer politica.
martes, 30 de junio de 2009
Caso Honduras
Discurso de Raúl Castro en la Cumbre del Grupo de Río
(El presidente cubano ratificó que Cuba condena enérgicamente elbrutal golpe de Estado contra el gobierno constitucional de Honduras yrechaza el criminal ataque a la soberanía popular de esta nación)Distinguidos Presidentes y ministros:Seré breve, somos numerosos Jefes de Estado y altos representantes denuestros gobiernos que deben hacer también uso de la palabra.Nos convoca un acontecimiento de gravedad y trascendencia para AméricaLatina y el Caribe. Todos conocemos los maltratos y abusos a quefueron sometidos el Presidente y la Canciller de Honduras y losembajadores de Nicaragua, Venezuela y Cuba. El derecho del pueblohondureño a expresarse políticamente fue pisoteado.Nuestro primer mensaje al pueblo hondureño es de solidaridad y aliento.Cuba condena enérgicamente el brutal golpe de Estado contra elgobierno constitucional de Honduras y su legítimo Presidente y rechazael criminal ataque a la soberanía popular de esta nación.La agresión contra la constitucionalidad política de un país miembrotiene que ser rechazada unánimemente y en los términos máscontundentes por parte del Grupo de Río.Como bien dijo el Presidente Chávez anoche, es el momento de actuarconsecuentemente y no perder tiempo y desenmascarar a aquellos quecondenan, pero después aplauden por debajo de la mesa, como hasucedido tantas veces en nuestra historia común.En Honduras solo hay y puede haber un Presidente. José Manuel Zelayadebe regresar de manera inmediata e incondicional al desempeño de susresponsabilidades (aplausos).Pensamos que no puede haber negociación alguna con los golpistas, nicondicionamiento o exigencia de ningún tipo al gobierno legítimo delPresidente Zelaya.Se decide allí el conflicto entre las aspiraciones del pueblo por unfuturo mejor y los intereses de sectores oligárquicos empeñados enperpetuar un orden injusto e insostenible. Es un conflicto quetrasciende las fronteras de Honduras y una expresión del peligro deregreso al pasado de dictaduras militares que, con el apoyo delgobierno de los Estados Unidos, en un pasado muy recienteaterrorizaron durante décadas a los pueblos latinoamericanos, y muyespecialmente a los de Centroamérica y el Caribe, pero sin ningunaexclusión prácticamente.Recordemos los intentos más recientes: Bolivia con Evo amenazada porel separatismo. Los gobiernos amigos acudieron en su defensa,desempeñaron su papel, detuvieron esa variedad de agresión contra unpaís soberano y un presidente que por primera vez representa a losnacidos en este continente que más han sobrellevado sobre sus hombrosla carga de la explotación (aplausos).Antes fue con Chávez, el doble golpe, el típico golpe de Estado y alsacudir el pueblo y reponer en su lugar al presidente Chávez, el golpepetrolero que le costó miles de millones de dólares a Venezuela.Y ahora con Zelaya en Honduras. No sé si será casualidad que los tresmencionados forman parte de la naciente ALBA, que aunque no lo diganpreocupa a muchos.Solo estos tres ejemplos demuestran que las oligarquías y las fuerzasexteriores que la acompañan tiene aún muchos resortes para frenar la historia.Me pregunto qué harán con Correa en el Ecuador. Me temo que sea elpróximo candidato y la próxima reunión del Grupo de Río sea parafelicitar a Correa porque tuvo éxito en la defensa de su país y de suproceso revolucionario (aplausos).He mencionado sólo unos pocos países, podría mencionar otros más quepertenecen al ALBA. Por eso el golpe de Estado fascista contra elPresidente Zelaya es una afrenta contra todos los pueblos y gobiernosde América Latina y del Caribe, y no puede quedar impune. Sus autorestendrán que asumir la responsabilidad por los crímenes y atropellosque han tenido lugar en esa hermana nación.También serán responsables, como cómplices, los medios de comunicaciónmasiva que se prestan a los propósitos golpistas y para confundir alpueblo. Menos mal que de algo nos enteramos por el vital trabajo deTelesur (aplausos).Serán responsables, igualmente, las agrupaciones oligarcas queintentan legitimar un acto criminal de esta envergadura; y lossectores reaccionarios del hemisferio que apoyan a los transgresoresde la constitucionalidad.El Gobierno de los Estados Unidos debe actuar en correspondencia consus pronunciamientos y asumirlos con toda seriedad. Creo en lasinceridad que puede demostrar el presidente Obama y su Canciller,pero tienen que demostrarla con hechos, no con palabras.Sin apoyo popular, con el rechazo absoluto de los gobiernoslatinoamericanos y caribeños, no hay golpista que se resista y los deHonduras, como dijo Fidel en su reflexión de ayer, ni siquierarespiran sin el apoyo de Estados Unidos o de algunas de las fuerzascon poder dentro del gobierno de los Estados unidos.Al pueblo hondureño, a los campesinos, a los obreros, a losprofesionales, a los maestros, a los trabajadores de la salud, a lossectores empresariales, y a todos los hijos de la Patria de Morazán,les reitero el mensaje de solidaridad y aliento del pueblo cubano, yel compromiso de acompañarlos en esta batalla por la justicia y la dignidad.
Muchas gracias.
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